"Gracias de nuevo por los tacos, Gumball!" Cake miro su cola esponjosa mientras caminaba sobre sus dos patas traseras. El gato mágico golpeó a la chica de dieciséis años a su lado. "oye! Agradece al dulce príncipe por los tacos!" la regañó.

Fionna levantó la cabeza. "¿Eh?"

"Príncipe Gumball. Tacos. Gracias a él," dijo sin expresión Cake.

"Oh. Gracias Prince Gumball!" Dijo Fionna. El príncipe de color rosa asintió y se despidió antes de desaparecer en su castillo. "¿Tuviste que ser tan dura?" la aventurera preguntó a su compañera.

"Sí. Fionna, nena, ¿qué ha sido lo que te pasa últimamente?" la gata habla rápido preguntado. "pareces tan distraída".

No he visto a Marshall en tres semanas. ¿Será porque se arrepiente de besarme? "No," mintió Fionna. "Estoy solo… ya sabes, pensando en vender mi espada por una nueva."

"Oh. Pues bien por ti niña! Te dije que esa espada tuya va a oxidarse, la dejas afuera en la lluvia todo el tiempo. Tal vez si consigues el dinero suficiente puedes conseguir algo mejor que esa chatarra, ¿eh?" Cake ronroneó.

Fionna sonrió. "Tal vez." Voy a tener que olvidar. No vale la pena preocuparse por eso. Además de que no es como que yo lo haya besado, EL me besó a MI. Y yo había besado a un chico antes, así que no es como yo no tuviera experiencia! ugh Fionna, cálmate! Te estas preocupando demasiado solo por un vampiro y… besos!  Asqueroso!

Fionna se rompió a la realidad y escucho hablar Cake ", -y L.M me dijo que el pescado era mejor con limón y que  asado era mejor que comerlo crudo y luego me enseño a cocinar en el horno-.

Tal vez esta noche, cuando este sola me lo encuentro. Yo no tengo que hablar con él, solo ver si está bien. Y la próxima vez que se decida a hablar conmigo, voy a estar segura para golpearlo en el estómago, como puede ser tan estúpido para ignorarme!?

"-Así que después nos comimos el pescado me dejó mostrarle cómo hacer tartas de manzana, las de azúcar y crema batida encima."

Una idea golpeó a la  adolescente. "Hey Cake, ¿por qué no vas a ver esta noche Lord Monochromicorn? Él no pudo venir a la fiesta de los tacos ¿por qué no le llevas algunas de nuestras sobras?"

El gato se emocionó. "¿En serio? Se lo mucho que te gustan los tacos para el desayuno, no te importa?
Fionna rió. "Por supuesto que no. Vamos, diviértete".

"Gracias Fionna. Eres tan…. AAAH!"

Y el sonido de que Cake estaba en peligro hizo a Fionna sacar su espada! "¿Qué? ¿Qué pasa?! Cake??!!"

"Pise algo pegajoso!" Cake siseó. Fionna miró hacia abajo y vio que su pie estaba unido a una cosa blanca y pegajosa, parecida a una red de pesca. Ella lo examinó de cerca.

"Esto parece tela de araña."

"Aaaggh! Quítamela por favor! "

Fionna cortó la parte de la red en la que cake estaba atrapada. Se  asomó a la extraña sustancia. "Extraño", murmuró. "¿Estás bien?"

"Estoy bien. Es solo que cuando mi cola esta pegajosa toma mucho tiempo lavarla. Bien cariño, voy a casa de Lord Monochromicorn. Tú vas directo a casa, ¿verdad?"

Fionna odiaba mentirle a su gato. Era como mentirle a una hermana mayor que respetar. "Sí," murmuró.

Cake asintió. "Nos vemos más tarde esta noche." Ella comenzó a caminar en la dirección opuesta.

La chica la miro partir. "Uh", suspiró ella. "Marshall Lee, será mejor que no te encuentre, ote voy a golpear!"

Unas horas después~~~

Podía oír los latidos de su corazón. Era el latido de un corazón humano y sólo él podía reconocer el ritmo. Marshall abrió los ojos, pasándose una mano por sus cabellos negros. "Se Frio", se dijo. "Ella no sabe nada."

Oyó un sonido entre los arbustos y unos minutos más tarde Fionna apareció en el bosque. Se quedó sin aliento cuando lo vio, y él la miró con una sonrisa, cruzando los brazos. "¡Tú!" ella gritó de repente.

"¿Yo?" Marshall le preguntó. "¿Qué pasa conmigo?"

Fionna sacó su espada y la apuntó hacia él. "Eres un idiota."

Marshall levantó una ceja. "Ah, sí? ¿Cómo es eso?"

"No te he visto en tres semanas!" Fionna exclamó. Marshall desapareció de repente. Voltear, me olvidé de él se funde con la noche. "Marshall!" -llamó, manteniendo su espada. "Respóndeme!"

"¿Sí?" voz baja murmuró. Ella chilló. Sus frías manos estaban sobre sus hombros y su aliento era en el cuello. Marshall flotaba detrás de ella, sonriendo con picardía. "¿Me molesta Fi poco?" se burló.

"Yo no soy pequeña", gruñó. Fionna se alejó del vampiro. "¿Por qué me evitas? ¿Fue algo que hice?"

Aterrizó en el suelo y se elevó sobre ella con su altura. "¿La pequeña y linda Fi me hecha de menos?" -preguntó, con una sonrisa en los labios.

Se recordó a sí misma por no sonrojarse. "Se suponía que íbamos a ir a cazar pixies. Somos amigos Marshall. Los amigos no ignoran a los amigos."

"Deberías saber que eres la última persona a la que ignoraría", gruñó en voz baja. De repente, sus manos estaban en su cintura, atrayéndola hacia su cuerpo.

"Hey!" ella se opuso, "Marshall!"

"¡Silencio!" ordenó. "Ellos me siguieron. Ellos saben que estoy aquí."

Fionna entonces se encontraba en el aire, Marshall volando en el cielo llevando en sus brazos. Miró hacia abajo y casi gritó. Una araña gigante de ocho patas del tamaño de una casa estaba allá abajo! Se volvió hacia el vampiro que la estaba llevando. "Sera mejor que me expliques."